Fundazioa organiza, junto a Bakuva y Lurgaia, una jornada de recogida de semillas en Urkiola para ser utilizadas en el proyecto de Compensación CO2
La cooperación entre entidades diversas es uno de los pilares estratégicos de la labor desarrollada por Fundazioa. El objetivo es promover iniciativas y actividades que faciliten sinergias que provoquen efectos beneficiosos para todos los participantes y, a la vez, ayuden a construir una sociedad mejor.
Con motivo de la celebración del final de la temporada del Proyecto Bakuva, dirigido a menores en riesgo de exclusión social, la Fundación Athletic Club ha organizado una de esas actividades que permite unir la inclusión social con la sostenibilidad, dos de las áreas estratégicas de Fundazioa. Así, alrededor de una veintena de niños y niñas de la Asociación Bakuva han ido de excursión al monte Urkiola y han aprovechado la salida para recoger semillas para el proyecto de Compensación CO2. Este proyecto, desarrollado junto a la Fundación Lurgaia, contrarresta la huella de carbono provocada en cada temporada por los desplazamientos de los equipos del Athletic Club mediante la plantación de árboles autóctonos en zonas escogidas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Bajo las indicaciones y supervisión de técnicos de Lurgaia, Fundazioa y Bakuva, los menores han disfrutado de una excursión al monte mientras aprendían a reconocer las semillas de dos árboles autóctonos del entorno: Sorbus aucuparia (serbal de los cazadores) y Betula celtiberíca (abedul). Posteriormente, la Fundación Lurgaia utilizará estas semillas para reforestar la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Precisamente, el pasado abril Fundazioa organizó una actividad enmarcada en el mismo proyecto de Compensación CO2 en la que participó Ernesto Valverde. Junto al actual entrenador del Athletic Club, usuarios del Programa Bestalde de Fundación Adsis (dirigido a personas privadas de libertad y exprivadas de libertad), del Proyecto RSMB de Osakidetza (en el que se atiende de manera transversal e integrada a personas con enfermedades mentales) y del Proyecto Sortarazi (asociación claretiana que trabaja por la inclusión social de las personas en situación o en riesgo de exclusión en Bizkaia a través del desarrollo integral de sus capacidades) plantaron más de doscientos árboles de siete especies autóctonas distintas. Sinergias por el bien común.