En concreto, la Fundación colabora con Berriztu, en los centros de Areatza, Bilbao y Ortuella, participando mediante sesiones de entrenamiento semanales en los proyectos socioeducativos individuales que la asociación desarrolla con menores con problemas vinculados a la violencia filio parental y con menores en riesgo de exclusión social.
Asimismo, mediante la colaboración con IMQ Amsa, la Fundación ayuda a que la persona paciente se convierta en parte protagonista del trabajo terapéutico, reactivando elementos motivadores muy importantes para la recuperación como son la socialización y la participación en actividades grupales. El Hospital de día de IMQ Amsa está dirigido a aquellas personas que padecen un malestar o un problema de salud mental frente al cual las consultas externas no son suficientes, y requieren de un tratamiento más intensivo que a la vez les permita seguir conectados a su entorno vital.