La Red de Salud Mental (RSM) de Bizkaia-Osakidetza y la Fundación Athletic Club han unido fuerzas para que el modelo de recuperación establecido para las personas con enfermedades mentales incluya entrenamientos deportivos como parte importante de la terapia. Asimismo, la alianza con la Fundación resulta para Osakidetza muy positiva porque el Athletic Club ejerce como motor de inclusión y ayuda a visibilizar a un colectivo injustamente estigmatizado. Se trata, además, de uno de los colectivos más castigados por la pandemia, ya que el número de personas que padecen estos problemas mentales (trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de la alimentación, esquizofrenia, adicción, depresión…) ha aumentado considerablemente durante el último año y medio.
Deporte e inclusión
Actualmente, tanto durante la temporada 2020/21 como de cara a la temporada 2021/22, la Fundación colabora con RSM en un total de 10 Hospitales de Día repartidos por todo el territorio de Bizkaia, en los que nueve técnicos de Fundazioa realizan de manera presencial 16 entrenamientos semanales, a los que asisten alrededor de 200 personas con distintos trastornos mentales. Tal y como recalca Aurori Oña, Supervisora de la RSMB-Osakidetza, “Para nosotros es muy importante esta colaboración porque obtenemos unos beneficios muy muy importantes”. No se trata únicamente de los beneficios generales atribuidos a la práctica deportiva (combatir el síndrome metabólico, adquirir hábitos saludables y mejorar la forma física), sino que el deporte en grupo ayuda a combatir la soledad y a establecer relaciones afectivas y momentos de compañerismo muy positivos para la recuperación.
No obstante, para Aurori Oña, hay un beneficio que aporta la Fundación que es todavía más relevante que el deporte en sí, y es la capacidad que tiene el Athletic como motor de inclusión y de normalización. En ese sentido, el Athletic visibiliza la enfermedad, combate la desinformación, elimina el estigma social y funciona como una medicina contra “la apatía, la desmotivación, la pérdida de ilusión que tienen las personas con trastorno mental grave, y les da un empuje de motivación para conseguir determinadas cosas que de otras formas no han podido conseguir”. Por todo ello, desde la irrupción de la pandemia, los técnicos de la Fundación ya no solo dirigen entrenamientos de fútbol, sino también sesiones de multideporte, más aeróbicas y con ejercicios cognitivos, de tal manera que se ha aumentado considerablemente el número de usuarios y se ha multiplicado el número de mujeres participantes, uno de los objetivos perseguidos por la propia RSM.
Aurori Oña lo resume así: “Es la parte de la normalidad. ¿Qué siente el usuario mientras entrena? Ahora no soy un enfermo. Esto lo hace mucha gente y yo también puedo, y, además, me están animando y, además, es el Athletic, y, además, es que soy importante porque durante la pandemia me han llamado y se han preocupado para que siguiera haciendo ejercicio. Es algo que da mucha ilusión y mucha satisfacción. Proporcionáis mucho más de lo que parece. No solo es el ejercicio. Va mucho más allá. Es cambiar la P de paciente, por la P de persona”.