El entrenador de este peculiar club londinense, fan del Dulwich Hamlet, solicitó jugar un partido contra un combinado de la Fundación Athletic Club
El Shaolin Badgers es un club inglés muy especial. El equipo está formado en su mayoría por amigos de la universidad y juega en una de las ligas de menor categoría de Londres. A pesar de ser un club amateur, se las arregla para viajar periódicamente por el mundo gracias a Walter Johnson, presidente, entrenador, jugador y, sobre todo, alma máter de este peculiar club.
Siempre eligen para sus giras internacionales lugares y rivales exóticos o emblemáticos, y su visita al célebre y remoto campo de Henningsvaer, en las Islas Lofoten de Noruega, mereció un reportaje para el programa televisivo ‘El día después’
Walter Johnson supo del Athletic gracias al Non-League Day , movimiento social en favor del fútbol base al que el Club se unió el pasado 25 de marzo. Ese día, una representación athleticzale visitó Champion Hill, el campo del Dulwich Hamlet , y Walter Johnson, fiel seguidor del Hamlet, se hallaba en la grada.
La impresión que se llevó de los seguidores athleticzales fue magnífica, hasta el punto de que escribió al Athletic Club contando la historia de su equipo, el Shaolin Badgers, y su deseo de conocer Bilbao y disputar un partido amistoso en Lezama.
Tras un intercambio de correos, el encuentro se fijó para el 5 de noviembre, y ese es el amistoso que los Shaolin Badgers han disputado este domingo en Lezama frente a un combinado de la Fundación Athletic Club formado por jugadores de su proyecto Goiztiri, dedicado a personas sin hogar.
El resultado, 2-1 a favor de los londinenses. En cualquier caso, un partido que va más allá del fútbol, y que gira en torno a valores sociales compartidos y espíritu de comunidad.